lunes, 22 de febrero de 2010

pequeño corazón mineral

Trato de hacerlo como un ejercicio
reflejo en ellas lo que veo menos en mí.
Prendo un cigarrillo, de la muerte-que nos venden-en el quiosco.
Uno mira las estrellas, y si te quedas un rato, ves un satélite.
Pero cómo uno se da cuenta que ese artefacto no pertenece a la cúpula celeste.
Mierda, si se nota.
El can mayor, lo sigue a Orión.
Y la música.
Yo no me voy a comprar un reloj, ni una tele, ni el diario, ni tomates.
Volver al instinto, mirar siempre.

Entonces me quedo un rato abajo de la ducha-lluvia
y me vuelvo a mojar, y me vuelvo a bañar.
Y mientras tomo esa decisión canto esa parte de la canción que me hace llorar.

1 comentario:

sr.hendrix dijo...

y si estás sintiendo
lo que estás oyendo
hay una esperanza, vidai
sobre la sierra.

vos, lolita, lo más.

como siempre.