miércoles, 17 de febrero de 2010

El presente eterno

Mucho ha cambiado en el carácter y el pensamiento del hombre desde la prehistoria, pero la tarea principal que lleva a cabo dentro de su breve plazo de vida permanece inalterada: su lucha por llegar a un acuerdo con las fuerzas invisibles, persiga mamuts o persiga la luna.
No hay nada que lamentar en esta lucha entre lo efímero y lo eterno. Ella crea la esencia misma de la vida: el movimiento.
La vida no esta quieta jamás. Esta siempre en movimiento, siempre en tensión entre la constancia y el cambio. Constancia y cambio no son, realmente, opuestos: se complementan. La riqueza de la vida consiste en su amalgama correcta.

Este problema perpetuamente recurrente sólo puede hallar solución en épocas en que la mente humana esté orientada, por fin, al curso de las estrellas.

El arte, experiencia fundamental.

1 comentario:

sr.hendrix dijo...

aguante la prehistoria.