El filo del fuego al incendio se destapa. No conoce la vergüenza.
Brindo porque el viento no devuelva nunca nada, lo transforme todo y por fin y sin fin
que conjure la venganza de las sombras inmóviles, y ya que puede que nos diferencie del
baile de algodón en el celeste. Y por lo tanto nos haga iguales, igual de inexplicados.
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